El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que permite mantener la temperatura del planeta, al retener parte de la energía proveniente del Sol. El aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) proveniente del uso de combustibles fósiles ha provocado la intensificación del fenómeno y el consecuente aumento de la temperatura global, el derretimiento de los hielos polares y el aumento del nivel de los océanos.
El vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) y el gas metano forman una capa natural en la atmósfera terrestre que retiene parte de la energía proveniente del Sol. El uso de combustibles fósiles y la deforestación ha provocado el aumento de las concentraciones de CO2 y metano, además de otros gases, como el óxido nitroso, que aumentan el efecto invernadero.
La superficie de la Tierra es calentada por el Sol. Pero ésta no absorbe toda la energía sino que refleja parte de ella de vuelta hacia la atmósfera.
Alrededor del 70% de la energía solar que llega a la superficie de la Tierra es devuelta al espacio. Pero parte de la radiación infrarroja es retenida por los gases que producen el efecto invernadero y vuelve a la superficie terrestre.
Como resultado del efecto invernadero, la Tierra se mantiene lo suficientemente caliente como para hacer posible la vida sobre el planeta. De no existir el fenómeno, las fluctuaciones climáticas serían intolerables. Sin embargo, una pequeña variación en el delicado balance de la temperatura global puede causar graves estragos. En los últimos 100 años la Tierra ha registrado un aumento de entre 0,4 y 0,8ºC en su temperatura promedio.
Deshielo de los polos
El hielo del Polo norte se derrite con más rapidez de lo que hasta ahora se pensaba: dentro de cien años, el hielo podría haber desaparecido por completo del Ártico. Las consecuencias serían fatales.
Los inuit que habitan en la región polar han sido los primeros en percibir el fenómeno: antiguamente tenían que restringir sus actividades de caza al breve período en que el mar estaba libre de hielo. Pero esos lapsos se han ido extendiendo cada vez más. El hielo se derrite a mayor velocidad y el agua se congela en forma tardía. Las cifras de la organización ecologista WWF confirman que la temperatura ambiental promedio ha subido cinco grados Celsius en los últimos cien años en el Ártico. Eso ha bastado para derretir una superficie de casi un millón de kilómetros cuadrados -equivalente a la Francia y España-, es decir, aproximadamente una cuarta parte del hielo ártico.
Imágenes satelitales indican que cada año se desvanece hasta un 4% de la capa de hielo. El WWF prevé, además, un aumento de temperatura de entre 4 y 7 grados en los próximos 100 años. En tales condiciones, el Polo Norte podría haberse derretido por completo a fines del presente siglo, según el profesor Peter Wadhams, de la Universidad de Cambridge. El profesor Heinz Miller, subdirector del Instituto Alfred Wegener de Bremerhaven, considera en cambio que ese pronóstico es demasiado aventurado. "Hasta ahora sólo constatamos una reducción de superficie y nos resulta difícil especificar el grosor de las capas de hielo", indica el experto.
Groenlandia está configurada en un 85% por hielo. Si éste llegara a derretirse por completo, el nivel del mar podría aumentar en casi 7 metros. Un sólo metro de aumento, sin embargo, pondría en peligro a 17 millones de personas que habitan en regiones bajas.
El aumento de la temperatura
Desde 1961 hasta 2003 la temperatura global del océano ha subido 0,10 °C desde la superficie hasta una profundidad de 700m. Hay una variación entre año y año y sobre escalas de tiempo más largas con observaciones globales de contenido de calor del océano mostrando altos índices de calentamiento entre 1991 y 2003, pero algo de enfriamiento desde 2003 hasta 2007. La temperatura del océano Antártico se elevó 0,17 oC entre los años 50 y 80. Casi el doble de la media para el resto de los océanos del mundo. Aparte de tener efectos para los ecosistemas (por ej. Derritiendo el hielo del mar, afectando al crecimiento de las algas bajo su superficie), el calentamiento reduce la capacidad del océano de absorber el CO2.
Todo esto aún podemos evitarlo, reciclando... y concienciandonos con el medio ambiente.
Bibliografía
http://solidaridad.universia.es
www.monografias.com
es.wikipedia.org
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